Me contaba que lo cogía en La Cuesta, donde vivían por entonces y durante unos años, y se bajaba en Santa Cruz, aunque luego iba hasta el muelle caminando para cogerlo de nuevo a la subida. Le costaba tres o cuatro perras gordas y normalmente el tren estaba compuesto de un vagón principal en el que iba el conductor y que tenía puertas, y el resto lo constituían las llamadas 'jardineras', que no tenían puertas y que eran muy utilizadas por las lecheras, porque podían meter los recipientes con la leche debajo de los bancos y eran más espaciosas.
Me soprendió que, con esa edad, fuera ella sola en el tranvía, ¡lo que han cambiado los tiempos!
En la foto puede verse un tranvía del año 1921 en la Plaza de Weyler.
Besos a tod@s